Aunque hay muchas diferencias entre ambos desde un punto de vista físico y defensivo, Victor Wembanyama y Nikola Jokic tienen puntos en común. Principalmente ligados a ser dos gigantes, con enorme talento para jugar con la bola, tanto creando sus propios puntos, como asistiendo a sus compañeros.
Los Nuggets han logrado formar alrededor de Jokic un quinteto ideal para complementar las enormes virtudes del serbio con el balón. La fórmula es simple: una pareja de pick and roll, dos tiradores y un alero atlético, experto en cortar sin el balón.
Jamal Murray ha conformado con el Joker una de las mejores duplas de pick and roll de las últimas décadas y también es una amenaza con el tiro. Michael Porter Jr. y Kentavious Caldwell-Pope son expertos en catch and shoot y lanzan por encima del 40% en triples. Aaron Gordon lidera a todos los aleros de la liga en cuanto a puntos vía corte sin balón, por un campo de diferencia: anota 3,5 por partido, mientras que el segundo, Jonathan Kuminga, está en 2,6 tantos de media.
No hay que profundizar demasiado para entender por qué Denver funciona tan bien. Por supuesto que la clave pasa por tener un jugador generacional como Jokic, pero a su alrededor, le han dado todas las armas necesarias para alimentar su capacidad de pase, abrirle espacios y en el caso de Murray, tener otro jugador que por momentos pueda tomar las riendas de la ofensiva.
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